Curso 2021/2022

Viaje a Dublín

En esta promoción Erasmus 2022 estaba muy motivada a poder repetir el viaje de acompañante. El destino fue Dublín y acompañaba a los alumnos de SMR (Sistemas Microinformáticos y Redes) Guillermo, Omar y Miguel. Al ser su profesora de inglés, les conocía y sabía no sólo su nivel del idioma sino también sabía las ganas que tenían de emprender esta aventura.

El viaje de ida tuvo algunos percances y se hizo muy largo, ya que tuvimos que coger un autobús y luego el avión, pero finalmente llegamos a Dublín.

Fuimos directos a comprar las tarjetas de Leap Card, tarjeta de transporte recargable, que les valdría para el resto de su estancia.  Como cada alumno iba a una casa distinta y eraban lejos unas de otras, acompañé a Omar que era menor de edad a su casa y me aseguré que el resto supiera cómo llegar. Al día siguiente teníamos reservado el Free Tour para conocer la capital de Irlanda y fue un buen día, quedamos los 4 en the Spire, un punto emblemático para la Capital de Irlanda, ya que ahí se alzó la bandera tras la independencia frente a los británicos.

El tour estuvo muy bien y después fuimos a la Taberna Irlandesa recomendada por el guía a probar la famosa gastronomía irlandesa. Segundo día de Erasmus era muy importante ya que era el primer día de prácticas de los alumnos y también nuestra presentación en persona. Había quedado con cada alumno directamente en sus empresas a distintas horas. Mi ruta de empresas comenzaba en la de Omar, él me esperaba a las 10 y entrábamos juntos.

Era un Parque empresarial muy moderno y grande, muy laberíntico para una primera impresión, pero los irlandeses siempre dispuestos a ayudar en indicaciones. Nos recibieron con una reunión y la tutora de prácticas muy atenta y predispuesta a ayudar al joven Omar. Mi segunda empresa era la de Miguel, debía dirigirme a Dundrum, un barrio muy a las afueras de Dublín, tras un bus y media hora andando llegué a la tienda de Reparación móvil donde me esperaba Miguel nervioso con su supervisor Awen. Firmamos toda la documentación y aclaramos las tareas que debía realizar Miguel. La última empresa era la de Guillermo, otra tienda de reparación de móviles la cual es céntrica, pero yo estaba en la otra punta de la cuidad. Tras una hora de trayecto encontré la empresa, ahí estaba Guillermo feliz de que ya había atendido a dos clientes en un duro acento irlandés y además estaba acompañado de otra alumna Erasmus de Logroño. Firmamos la documentación con el supervisor, Jude, y le animé para que tuviera a Guillermo bien atareado. El tercer día y días restantes era para ver las casas, conocer a las caseras. En general las casas y las habitaciones para cada alumno estaban bien acomodados. Erasmus es una experiencia única y poder ser testigo de cómo chicos tan jóvenes se enriquecen de ella merece la pena sufrir mil infortunios. El despedirme de ellos sabiendo que estaban listos para emprender el vuelo Erasmus con miedo e ilusión es tan gratificante que lo recomiendo sin lugar a dudas.

Viaje a Malta

Este año he acompañado a los alumnos grado medio de Gestión administrativa a Malta. Acompañaba a Carol, Alberto y Franklin.  El viaje desde Zaragoza fue muy bien y llegamos a Malta el 26 de marzo sobre las 16. Llevé a los alumnos al piso que habíamos reservado para ellos y donde nos esperaba la propietaria, Roberta. El piso estaba muy bien. Dejé a los chicos que se instalaran y fui a mi apartamento a descansar también, que estaba a 5 minutos del suyo.

El día siguiente era domingo y por la mañana fuimos a comprar a un Lidl, que estaba a una media hora andando del apartamento de los alumnos, y por la tarde íbamos a salir a visitar Mdina pero daban lluvias y preferimos dejarlo para otro momento.

El lunes acompañé primero a los dos chicos que iban a la misma empresa. Llegamos bien, pero hubo un momento que para coger el bus tuvimos que cruzar una carretera con mucho tráfico y no había ningún paso de cebra (vi sólo 1 en los 6 días que estuve allí), así que era un poco peligroso. La empresa de los chicos era muy bonita y el jefe nos recibió muy amablemente, firmó la documentación que le llevé y los dejé ahí conociendo la empresa. A continuación, me fui a la Valetta que había quedado ahí con Carol. La empresa de Carol era una inmobiliaria pequeñita y lo mismo, nos recibió su jefe muy amablemente, me firmó la documentación que le llevé y me fui.

Los alumnos se quedaron instalados, aprendieron a ir a las empresas y volver al piso y el jueves me volví ya a Zaragoza.

La experiencia ha sido positiva, aunque hubiera preferido ir a un país donde no hubiera estado ya, y veo muy importante que algún profesor acompañe a los alumnos, ya que son pequeños y van muy perdidos los primeros días.